Izúcar de Matamoros de manteles largos, regresa la “Purísima Concepción” al pueblo después de un intento de robo que la dañara en diciembre de 2006.
Hace un año el óleo colonial del siglo XVIII de la Virgen de la Asunción fue entregado en 280 trozos a especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia para su restauración.
Los ladrones que pretendieron hurtarla en diciembre de 2006, se percataron que al quitarla de su bastidor original la capa pictórica se desprendía rápidamente, por lo que la abandonaron en el atrio de la iglesia.
Cristina Noguera experta de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural del INAH, a través de su Taller de Pintura de Caballete, se dio a la tarea de reintegrar el lienzo.
“Lo primero que se hizo fue reunir todos los pedazos para ver si estaba completo, faltaron pocos fragmentos que no son muy representativos de la obra. Una vez que estuvo armada, por medio de vendoletas se unieron todos los pedazos y se hizo la limpieza de cada uno de ellos por la parte posterior. Ya como unidad se adhirió a una nueva tela de lino”, explicó Noguera.
Después de que los mayordomos de la parroquia denunciaran el hecho, Martha Tapia, colaboradora del INAH, hizo un dictamen sobre el estado de la obra, misma que fue llevada al taller de esta Coordinación, aproximadamente un año después del intento de robo.
El barrio de la Asunción en Izúcar de Matamoros, Puebla, estará de fiesta mañana al dar la bienvenida, de nueva cuenta, a la imagen patronal de la Virgen, que se encuentra restaurada ya a un 80% de su totalidad.
Los habitantes atribuyen las malas cosechas en la región del suroeste poblano a la ausencia de la “Purísima Concepción”.
Las dimensiones de la pintura (luego de restituir la parte que quedó en el bastidor) son de 1.80 por 2.00 metros y aunque es de manufactura popular, su calidad pictórica es buena; inclusive algunos detalles como la corona, el medallón y los bordes el manto, poseen hoja de oro, afirmó el Instituto.
En la imagen, a la virgen le acompañan —de arriba a abajo, y de izquierda a derecha—: Santo Domingo de Guzmán, Santo Tomás, San Pedro y San Pablo, y en su parte inferior hay una representación de la Última Cena. México, D.F. (Milenio)
Los ladrones que pretendieron hurtarla en diciembre de 2006, se percataron que al quitarla de su bastidor original la capa pictórica se desprendía rápidamente, por lo que la abandonaron en el atrio de la iglesia.
Cristina Noguera experta de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural del INAH, a través de su Taller de Pintura de Caballete, se dio a la tarea de reintegrar el lienzo.
“Lo primero que se hizo fue reunir todos los pedazos para ver si estaba completo, faltaron pocos fragmentos que no son muy representativos de la obra. Una vez que estuvo armada, por medio de vendoletas se unieron todos los pedazos y se hizo la limpieza de cada uno de ellos por la parte posterior. Ya como unidad se adhirió a una nueva tela de lino”, explicó Noguera.
Después de que los mayordomos de la parroquia denunciaran el hecho, Martha Tapia, colaboradora del INAH, hizo un dictamen sobre el estado de la obra, misma que fue llevada al taller de esta Coordinación, aproximadamente un año después del intento de robo.
El barrio de la Asunción en Izúcar de Matamoros, Puebla, estará de fiesta mañana al dar la bienvenida, de nueva cuenta, a la imagen patronal de la Virgen, que se encuentra restaurada ya a un 80% de su totalidad.
Los habitantes atribuyen las malas cosechas en la región del suroeste poblano a la ausencia de la “Purísima Concepción”.
Las dimensiones de la pintura (luego de restituir la parte que quedó en el bastidor) son de 1.80 por 2.00 metros y aunque es de manufactura popular, su calidad pictórica es buena; inclusive algunos detalles como la corona, el medallón y los bordes el manto, poseen hoja de oro, afirmó el Instituto.
En la imagen, a la virgen le acompañan —de arriba a abajo, y de izquierda a derecha—: Santo Domingo de Guzmán, Santo Tomás, San Pedro y San Pablo, y en su parte inferior hay una representación de la Última Cena. México, D.F. (Milenio)
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