El bailarín de 90 años falleció en Nueva York por causas naturales. Presentó su primera coreografía en 1944
El famoso coreógrafo y bailarín estadounidense Merce Cunningham falleció a los 90 años en su casa de Nueva York, informó hoy un portavoz de la Fundación que lleva su nombre.
"Ha muerto en su casa por causas naturales", indicó a Efe un portavoz de la Fundación Merce Cunnigham, que también emitió un comunicado en el que señaló que el deceso se produjo la noche anterior.
Nacido el 16 de abril de 1919 en Centralia, en el estado de Washington, Mercier Philip Cunningham, es considerado como uno de los grandes coreógrafos y bailarines de todos los tiempos, como Isadora Duncan, Martha Graham o Sergei Diaghilev.
"Fue un artista inspirador y un bailarín hasta sus 80 años, un coreógrafo visionario y un dedicado profesor durante toda su vida", indicó la Cunningham Dance Foundation and the Merce Cunningham Dance Company mediante un comunicado de prensa, en el que también expresan su "enorme tristeza" por el fallecimiento del artista.
La fundación señala también que junto a su socio "John Cage, dio paso a nuevas maneras de percibir y experimentar el mundo", al tiempo que destaca "su insaciable curiosidad, su espíritu colaborador".
"Merce ha dejado una marca indeleble en nuestra creatividad y cultura colectiva. Su legado resonará en el mundo de la danza ahora y más allá de las generaciones venideras", agrega el comunicado.
Cunningham demostró su amor por la danza desde muy joven, cuando en 1937 ingresó en el Instituto Cornish en la ciudad de Seattle (Washington) y donde estudió teatro y danza, y donde se encontró con el músico John Cage, con quien entabló una amistad y una relación personal que duraría hasta el fallecimiento de éste último en 1992.
Tras su paso por el Instituto Cornish, Cunningham estudió en la universidad de Bennington, donde Martha Graham impartía clases, y lo captó para su compañía como primer bailarín, donde permaneció hasta 1945.
Un año antes, en 1944, había presentado su primera coreografía en Nueva York.
Después de haber sido profesor en el American Ballet (1949-1950), el coreógrafo fundó su propia compañía de danza, que llevaba su nombre, y que se inició en una comunicad de artistas del estado de Carolina del Norte, donde conoció a pintores como Jasper Johns (1930) o Robert Rauschenberg (1925-2008).
También trabajó con otros pintores como Andy Warhol (1928-1987) y Frank Stella (1936) o el músico David Eugene Tudor (1926-1996).
Cunningham vivió un año crucial para su carrera en 1964, tras los éxitos obtenidos en París y Londres, que fueron determinantes para que el público y la crítica estadounidense cambiara de opinión respecto a su manera de concebir la danza.
A partir de esa fecha su nombre se empezó a conocer para el gran público y a trabajar más con las nuevas tecnologías que le acompañarían durante toda su carrera.
En junio pasado, su fundación anunció que su compañía de danza cerraría dos años después del fallecimiento del artista.
Cunningham, que cumplió 90 años el pasado abril, quiso que su compañía estuviera preparada para ese momento y decidió que sus bailarines comenzaran, tras su fallecimiento, una gira mundial de dos años y que el grupo se disolviera después.
En junio pasado presentó en Nueva York su "Plan de legado vivo", una hoja de ruta que la compañía y la fundación que llevan su nombre deberán seguir para cuidar su herencia artística y los derechos de autor que se desprenden de ella. Nueva York, EU/EFE (El Universal)
"Ha muerto en su casa por causas naturales", indicó a Efe un portavoz de la Fundación Merce Cunnigham, que también emitió un comunicado en el que señaló que el deceso se produjo la noche anterior.
Nacido el 16 de abril de 1919 en Centralia, en el estado de Washington, Mercier Philip Cunningham, es considerado como uno de los grandes coreógrafos y bailarines de todos los tiempos, como Isadora Duncan, Martha Graham o Sergei Diaghilev.
"Fue un artista inspirador y un bailarín hasta sus 80 años, un coreógrafo visionario y un dedicado profesor durante toda su vida", indicó la Cunningham Dance Foundation and the Merce Cunningham Dance Company mediante un comunicado de prensa, en el que también expresan su "enorme tristeza" por el fallecimiento del artista.
La fundación señala también que junto a su socio "John Cage, dio paso a nuevas maneras de percibir y experimentar el mundo", al tiempo que destaca "su insaciable curiosidad, su espíritu colaborador".
"Merce ha dejado una marca indeleble en nuestra creatividad y cultura colectiva. Su legado resonará en el mundo de la danza ahora y más allá de las generaciones venideras", agrega el comunicado.
Cunningham demostró su amor por la danza desde muy joven, cuando en 1937 ingresó en el Instituto Cornish en la ciudad de Seattle (Washington) y donde estudió teatro y danza, y donde se encontró con el músico John Cage, con quien entabló una amistad y una relación personal que duraría hasta el fallecimiento de éste último en 1992.
Tras su paso por el Instituto Cornish, Cunningham estudió en la universidad de Bennington, donde Martha Graham impartía clases, y lo captó para su compañía como primer bailarín, donde permaneció hasta 1945.
Un año antes, en 1944, había presentado su primera coreografía en Nueva York.
Después de haber sido profesor en el American Ballet (1949-1950), el coreógrafo fundó su propia compañía de danza, que llevaba su nombre, y que se inició en una comunicad de artistas del estado de Carolina del Norte, donde conoció a pintores como Jasper Johns (1930) o Robert Rauschenberg (1925-2008).
También trabajó con otros pintores como Andy Warhol (1928-1987) y Frank Stella (1936) o el músico David Eugene Tudor (1926-1996).
Cunningham vivió un año crucial para su carrera en 1964, tras los éxitos obtenidos en París y Londres, que fueron determinantes para que el público y la crítica estadounidense cambiara de opinión respecto a su manera de concebir la danza.
A partir de esa fecha su nombre se empezó a conocer para el gran público y a trabajar más con las nuevas tecnologías que le acompañarían durante toda su carrera.
En junio pasado, su fundación anunció que su compañía de danza cerraría dos años después del fallecimiento del artista.
Cunningham, que cumplió 90 años el pasado abril, quiso que su compañía estuviera preparada para ese momento y decidió que sus bailarines comenzaran, tras su fallecimiento, una gira mundial de dos años y que el grupo se disolviera después.
En junio pasado presentó en Nueva York su "Plan de legado vivo", una hoja de ruta que la compañía y la fundación que llevan su nombre deberán seguir para cuidar su herencia artística y los derechos de autor que se desprenden de ella. Nueva York, EU/EFE (El Universal)
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