Para poner fin a la disputa con el secretario de Cultura, Santiago Baeza presentó ayer una propuesta: llevar la Dirección de Actividades Culturales a la Secretaría de Turismo y trabajar desde ahí proyectos de turismo cultural. La respuesta le llegará, dice, en un mes.
Verdad 1: el conflicto al interior de la Secretaría de Cultura de Jalisco, protagonizado por su titular —Alejandro Cravioto— y el director de Actividades Culturales —Santiago Baeza— llegó, la semana pasada, al punto del no retorno. Verdad 2: las disputas entre ambos funcionarios afectan el trabajo de los artistas, porque la obtención de apoyos se volvió por demás engorrosa. Por eso, Baeza optó por tomar un par de decisiones: la primera, no renunciar al cargo y, segunda, presentar un proyecto que plantea la “mudanza” de la dirección a su cargo a la Secretaría de Turismo. Todo, dice, con un objetivo: “Dirimir un conflicto que hay al interior de la secretaría y que no le conviene a nadie”.
La semana pasada la relación entre Baeza y Cravioto terminó por reventar. Las razones se pueden revisar con calendario: el lunes, el Consejo Estatal para la Cultura y las Artes urgió a ambas partes a dirimir sus problemas porque, se dijo, éstos afectaban el trabajo de la comunidad cultural. El martes, Cravioto anunció la inminente separación del cargo de Baeza, mientras éste señaló que el actuar del secretario era propio de un “cobarde”. Finalmente, el miércoles la comunidad cultural calificó el conflicto como “penoso” y como algo que en nada contribuía al trabajo cultural del estado. Y aunque Cravioto aseguró que era cuestión de días, lo cierto, dice Baeza, es que “no hay una destitución” de su cargo como Director de Actividades Culturales por lo que, añade, decidió presentar “un proyecto a la Secretaría Administrativa [del gobierno del estado] para irme a armar proyectos de turismo cultural”. Esto, puntualiza, con la idea de “no ser partícipe de una situación que afecta a la comunidad cultural”.
De momento, aclara Baeza, el cambio de la Dirección de Actividades Culturales a la Secretaría de Turismo es apenas un proyecto, pero expresa que tiene el apoyo del gobierno del estado. “Me siento respaldado por el gobernador, se me hizo una invitación a seguir trabajando y se ha avalado el trabajo que hemos realizado”.
Entre las cuestiones que se tendrían que aclarar está, por ejemplo, qué pasaría con las direcciones de Artes Visuales y Escénicas, así como de Música y Literatura, que según el organigrama dependen directamente de la de Actividades Culturales. “No hay decisiones todavía. Este tipo de cuestiones se tienen que sopesar. Pero la realidad es que hay proyectos armados desde la dirección como el Wine Fest, el Festival Clown y el Monitor Digital que cubren perfectamente con el perfil de turismo cultural”, detalla Santiago y agrega que, por esta razón, estos tres proyectos forman parte del documento presentado a la Secretaría de Administración. “Me interesa también la zona Norte del estado, la Costa Alegre, los pueblos mágicos. Son espacios que, creo, merecen tratamiento turístico con elementos culturales. Jalisco tiene un potencial muy fuerte para tener oferta en el sentido del turismo cultural”, añade.
Con la propuesta ya presentada, Baeza señala que lo mejor es “no adelantar las cosas”. Porque, afirma, todavía falta considerar dos puntos: “Primero, ver si me aprueban el proyecto y si Aurelio López Rocha [secretario de Turismo] me acepta en el equipo”. Para saber la respuesta a estas dos cuestiones, el director de Actividades Culturales deberá esperar aproximadamente 30 días. “De aquí a un mes no me muevo de aquí”, dice y agrega que, aun cuando las condiciones de trabajo no sean las propicias, seguirá intentándolo. “Llevo dos años y medio en este ambiente, un mes más no me quita el sueño”.
Édgar Velasco/Guadalajara, Jal. (Milenio)
La semana pasada la relación entre Baeza y Cravioto terminó por reventar. Las razones se pueden revisar con calendario: el lunes, el Consejo Estatal para la Cultura y las Artes urgió a ambas partes a dirimir sus problemas porque, se dijo, éstos afectaban el trabajo de la comunidad cultural. El martes, Cravioto anunció la inminente separación del cargo de Baeza, mientras éste señaló que el actuar del secretario era propio de un “cobarde”. Finalmente, el miércoles la comunidad cultural calificó el conflicto como “penoso” y como algo que en nada contribuía al trabajo cultural del estado. Y aunque Cravioto aseguró que era cuestión de días, lo cierto, dice Baeza, es que “no hay una destitución” de su cargo como Director de Actividades Culturales por lo que, añade, decidió presentar “un proyecto a la Secretaría Administrativa [del gobierno del estado] para irme a armar proyectos de turismo cultural”. Esto, puntualiza, con la idea de “no ser partícipe de una situación que afecta a la comunidad cultural”.
De momento, aclara Baeza, el cambio de la Dirección de Actividades Culturales a la Secretaría de Turismo es apenas un proyecto, pero expresa que tiene el apoyo del gobierno del estado. “Me siento respaldado por el gobernador, se me hizo una invitación a seguir trabajando y se ha avalado el trabajo que hemos realizado”.
Entre las cuestiones que se tendrían que aclarar está, por ejemplo, qué pasaría con las direcciones de Artes Visuales y Escénicas, así como de Música y Literatura, que según el organigrama dependen directamente de la de Actividades Culturales. “No hay decisiones todavía. Este tipo de cuestiones se tienen que sopesar. Pero la realidad es que hay proyectos armados desde la dirección como el Wine Fest, el Festival Clown y el Monitor Digital que cubren perfectamente con el perfil de turismo cultural”, detalla Santiago y agrega que, por esta razón, estos tres proyectos forman parte del documento presentado a la Secretaría de Administración. “Me interesa también la zona Norte del estado, la Costa Alegre, los pueblos mágicos. Son espacios que, creo, merecen tratamiento turístico con elementos culturales. Jalisco tiene un potencial muy fuerte para tener oferta en el sentido del turismo cultural”, añade.
Con la propuesta ya presentada, Baeza señala que lo mejor es “no adelantar las cosas”. Porque, afirma, todavía falta considerar dos puntos: “Primero, ver si me aprueban el proyecto y si Aurelio López Rocha [secretario de Turismo] me acepta en el equipo”. Para saber la respuesta a estas dos cuestiones, el director de Actividades Culturales deberá esperar aproximadamente 30 días. “De aquí a un mes no me muevo de aquí”, dice y agrega que, aun cuando las condiciones de trabajo no sean las propicias, seguirá intentándolo. “Llevo dos años y medio en este ambiente, un mes más no me quita el sueño”.
Édgar Velasco/Guadalajara, Jal. (Milenio)
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