martes, 4 de agosto de 2009

Pang Jun refleja la historia china

El graduado más joven de la Academia China de Bellas Artes con sólo 18 años, desea ser puente integrador entre las pinturas occidental y china, y viajar a España

Pang Jun, uno de los pintores chinos de mayor fama y riqueza artística, marca a sus 73 años el tumultuoso pulso de la historia de China con una vida que le llevó de su Shanghai natal a Pekín, Hong Kong y Taipei.
Pang, el graduado más joven de la Academia China de Bellas Artes con sólo 18 años, desea ser puente integrador entre las pinturas occidental y china, y viajar a España, país que es para él "un núcleo de cultura y arte", la cuna de Picasso, Miró y Dalí.
Tras 60 años de pintar y decenas de enseñanza, Pang exhuma serenidad y manifiesta una pasión vital por el arte que se ha convertido en su salvación.
No oculta su admiración por Picasso y Van Gogh, y agradece haber sido hijo de dos pioneros de la pintura china al óleo, Pang Xunqin, que estudió en París, y Qiu Ti, que estudió en Tokio.
"De pequeño en mi casa no había juguetes, sólo pinceles y pintura, pero mi padre nunca me enseñó. No quería interferir con el surgimiento de mi originalidad", dijo.
Recuerda que su progenitor le contó que en su estancia en París quiso enseñar su obra a alguien que pudiera ayudarle.
"Pero, al saber esa persona que llevaba mucho tiempo en París, se negó a ver el cuadro y le dijo que lo imaginaba como una imitación de la pintura occidental. Le recomendó que volviese a China y se empapase de su cultura", señaló Pang.
Ese mensaje de no copiar miméticamente lo extranjero se quedó marcado en el espíritu del joven pintor, que defiende la innovación y la inmersión en la propia cultura.
Las técnicas del óleo occidental toman un sabor oriental cada vez más acentuado en la obra de Pang, que busca la expresión lírica y musical sin abandonar las formas reales en la abstracción total.
"Picasso vivió en Francia durante muchos años, pero albergó siempre en su interior y su obra la cultura española, que se refleja en sus temas y su lenguaje pictórico", señaló el artista.
El crítico taiwanés Pedro Tseng califica el estilo de Pang Jun de "expresionismo oriental", con influencia del "impresionismo y fauvismo en los colores y la pasión y fuerza expresiva de la pintura occidental", junto con "la filosofía cultural y artística china."
Aunque desdeñada por Pang en su juventud, la pintura china se hace presente con fuerza creciente en su obra, por su carácter emotivo, ideal, impresionista y abstracto.
"Cuando pinto paisajes chinos utilizo tonos grises, que se corresponden con la atracción y suavidad de la poesía. La pintura china da mucha importancia al soplo vital y al sentimiento artístico, decimos que en un poema hay una pintura y en una pintura, un poema", dijo Pang.
Gusta del movimiento de la mano en el trazado como expresión del sentimiento y del ritmo, pero rechaza la pintura con aerosoles.
Según el crítico Shao Da-jen, Pang "confía en el matrimonio de pintura y tinta, método y óleo, y logra su integración".
Respetado en China por compañeros de la vieja guardia y jóvenes, Pang cree que el secreto de su éxito es "innovación e idealismo".
Nacido en 1936, hizo su primera exposición pública a los 12 años, en Shanghai, y vivió en China hasta 1980, "enfrentando muchas restricciones en la escuela y el ambiente", en medio de la efervescencia que convertía todo en política.
En 1980 y en pos de mayor libertad, Pang y su esposa Ji Hong, hija de un parlamentario nacionalista refugiado en Taiwán, emigró a Hong Kong, y en 1987 pasó a Taiwán, "el lugar de cultura china con mayor envergadura y donde mejor se conservaba la tradición".
Ahora sueña con mostrar su obra en España y enseñar a quienes estén interesados en aprender un arte que encierra la experiencia de la reciente historia de su país. Taipei, China/EFE (El Un iversal)

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