Onetti trabajó durante años para la agencia de noticias Reuters y colaboró con la Agencia Efe entre 1978 y 1984, durante su exilio en Madrid
La profesión periodística constituyó un refugio y una fuente de inspiración para el escritor uruguayo Juan Carlos Onetti, quien hizo de sus artículos espacios para la confesión personal, destacaron en Montevideo estudiosos del autor.
En una conferencia en el Centro Cultural de España en Montevideo, el abogado, periodista y escritor uruguayo Carlos Maggi (1922), amigo de Onetti durante años, y el delegado de la Agencia Efe en la capital uruguaya, Juan Antonio Sanz, perfilaron a través de las anécdotas y de los artículos una de las facetas menos conocida del gran novelista uruguayo, la de periodista.
Onetti trabajó durante años para la agencia de noticias Reuters y colaboró con la Agencia Efe entre 1978 y 1984, durante su exilio en Madrid.
Maggi, autor del libro "Gardel, Onetti y algo más", se refirió a la época en que Onetti trabajó para Reuters, primero en Montevideo y luego en Buenos Aires, donde tuvo oportunidad de seguir de primera mano la evolución de la Segunda Guerra Mundial.
Por su parte, Sanz describió la época en que Onetti colaboró con Efe con artículos mensuales que escribía en su residencia en la Avenida de América de Madrid, ciudad a la que se exilió de la dictadura uruguaya (1973-1985) y en la que permaneció hasta su muerte en 1994.
"Pese a lo que se espera de él, era muy buen empleado, trabajador, muy inteligente, buen gerente. Poco tiene que ver con la leyenda seminegra que le fue atribuida", aseveró Maggi, quien subrayó la admiración inmediata que despertó en él el autor de "El pozo" (1939), de quien este año se cumplen cien años de su nacimiento.
Maggi se refirió también a la labor de Onetti en publicaciones uruguayas como "Marcha" y "Acción", donde, aseguró, "escribía de cualquier cosa, lo que quería".
El periodista uruguayo dio una nota de color al rememorar algunas de las anécdotas más divertidas de los años en que compartió largas tertulias con Onetti en añejos cafés de Montevideo como "Metro" y "Libertad", hoy cerrados.
"Él había leído todos los libros que necesitábamos leer y que no sabíamos que existían", aseveró Maggi, quien relató cómo Onetti escribió en una servilleta de papel "una lista de los diez o doce novelistas" que debían leer, entre los que figuraban nombres como Ernest Hemingway y William Faulkner, uno de sus grandes referentes literarios.
Las virtudes del autor estadounidense fueron abordadas por Onetti en varios de sus artículos, sobre todo durante la etapa en que colaboró con la Agencia Efe en Madrid, destacó Sanz.
Bajo títulos como "Reflexiones de un perdedor", "de un decadente" y "de un cinéfilo", Onetti se "desnudó, y reveló la clave de su pasión por la escritura", aseguró el periodista español.
En otros textos, como en "Divagaciones sobre agosto", el novelista uruguayo dio muestras de sus reticencias hacia nuevas modas surgidas en España, como la práctica del "topless", relató Sanz.
El periodista destacó cómo "la ironía" y "el humor" marcaron los últimos años de la trayectoria de Onetti, un "escritor diferente, que no indiferente, como se le ha querido calificar en alguna ocasión".
Sanz señaló además su manera de "vivir al margen y procurar levantar el menor polvo posible" y destacó su admiración por autores como Valle-Inclán, a quien describió "como el mayor escritor español del siglo".
El periodista también recordó el que fuera el último artículo de Onetti en la prensa española, "Un uruguayo en España", en 1993, en donde abogó por la "concordia" y el "realismo" a la hora de analizar "el pasado conquistador" y mostró su amor por "un verdadera y muy querida patria madre", España. Montevideo, Uruguay/EFE (El Universal)
En una conferencia en el Centro Cultural de España en Montevideo, el abogado, periodista y escritor uruguayo Carlos Maggi (1922), amigo de Onetti durante años, y el delegado de la Agencia Efe en la capital uruguaya, Juan Antonio Sanz, perfilaron a través de las anécdotas y de los artículos una de las facetas menos conocida del gran novelista uruguayo, la de periodista.
Onetti trabajó durante años para la agencia de noticias Reuters y colaboró con la Agencia Efe entre 1978 y 1984, durante su exilio en Madrid.
Maggi, autor del libro "Gardel, Onetti y algo más", se refirió a la época en que Onetti trabajó para Reuters, primero en Montevideo y luego en Buenos Aires, donde tuvo oportunidad de seguir de primera mano la evolución de la Segunda Guerra Mundial.
Por su parte, Sanz describió la época en que Onetti colaboró con Efe con artículos mensuales que escribía en su residencia en la Avenida de América de Madrid, ciudad a la que se exilió de la dictadura uruguaya (1973-1985) y en la que permaneció hasta su muerte en 1994.
"Pese a lo que se espera de él, era muy buen empleado, trabajador, muy inteligente, buen gerente. Poco tiene que ver con la leyenda seminegra que le fue atribuida", aseveró Maggi, quien subrayó la admiración inmediata que despertó en él el autor de "El pozo" (1939), de quien este año se cumplen cien años de su nacimiento.
Maggi se refirió también a la labor de Onetti en publicaciones uruguayas como "Marcha" y "Acción", donde, aseguró, "escribía de cualquier cosa, lo que quería".
El periodista uruguayo dio una nota de color al rememorar algunas de las anécdotas más divertidas de los años en que compartió largas tertulias con Onetti en añejos cafés de Montevideo como "Metro" y "Libertad", hoy cerrados.
"Él había leído todos los libros que necesitábamos leer y que no sabíamos que existían", aseveró Maggi, quien relató cómo Onetti escribió en una servilleta de papel "una lista de los diez o doce novelistas" que debían leer, entre los que figuraban nombres como Ernest Hemingway y William Faulkner, uno de sus grandes referentes literarios.
Las virtudes del autor estadounidense fueron abordadas por Onetti en varios de sus artículos, sobre todo durante la etapa en que colaboró con la Agencia Efe en Madrid, destacó Sanz.
Bajo títulos como "Reflexiones de un perdedor", "de un decadente" y "de un cinéfilo", Onetti se "desnudó, y reveló la clave de su pasión por la escritura", aseguró el periodista español.
En otros textos, como en "Divagaciones sobre agosto", el novelista uruguayo dio muestras de sus reticencias hacia nuevas modas surgidas en España, como la práctica del "topless", relató Sanz.
El periodista destacó cómo "la ironía" y "el humor" marcaron los últimos años de la trayectoria de Onetti, un "escritor diferente, que no indiferente, como se le ha querido calificar en alguna ocasión".
Sanz señaló además su manera de "vivir al margen y procurar levantar el menor polvo posible" y destacó su admiración por autores como Valle-Inclán, a quien describió "como el mayor escritor español del siglo".
El periodista también recordó el que fuera el último artículo de Onetti en la prensa española, "Un uruguayo en España", en 1993, en donde abogó por la "concordia" y el "realismo" a la hora de analizar "el pasado conquistador" y mostró su amor por "un verdadera y muy querida patria madre", España. Montevideo, Uruguay/EFE (El Universal)
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