El museólogo, investigador y catedrático peruano, quien ofrecerá mañana en la ciudad el seminario Descubre Perú, consideró que sociedades y gobiernos deben unirse para proteger y resguardar el patrimonio cultural en cada país.
Perú puso el ejemplo a nivel latinoamericano, al reclamar desde 2007 el regreso de 46 mil piezas que la Universidad de Yale (EU) sustrajo de la ciudadela inca de Machu Picchu desde 1911. “Somos nosotros los responsables de nuestro propio patrimonio, no Yale”, afirma el museólogo peruano Luis Repetto Málaga.
El investigador y catedrático estará el día de mañana en la ciudad para ofrecer un seminario denominado Descubre Perú, a efectuarse en el hotel Camino Real.
Reconocido por su labor de difusión del patrimonio arqueológico del Perú en libros y en programas televisivos, Luis Repetto hablará sobre los secretos del patrimonio de su país que son pocos conocidos.
“Lo mediático es Machu Picchu pero nosotros tenemos 10 zonas más que son declaradas como Patrimonio de la Humanidad, como el desierto de Nazca, por ejemplo”, señala el prestigiado investigador.
Esta situación se refleja en los números, pues Machu Picchu recibe a mil personas por día normalmente. En temporada de turismo recibe hasta dos mil 500 personas diarias.
El litigio interpuesto en 2007 ante la prestigiosa universidad norteamericana es un tema muy sensible para los peruanos, expresa Repetto. El lote de más de 46 mil piezas provenientes de Machu Picchu salieron de Perú en 1911 con la anuencia del gobierno en turno “porque sólo saldrían temporalmente y con fines meramente investigativos”, denuncia el museólogo.
Al respecto, la Universidad de Yale respondió a Perú que sólo devolvería las piezas “que sean museísticas”, algo que las autoridades de este país no aceptan.
“La Universidad de Yale no ha podido demostrar que este material haya sido debidamente investigado en estos 90 años, por eso el Perú exige su repatriación a la brevedad”, denunció el respetado museólogo.
El reclamo a Yale no es el único que mantiene Perú en los tribunales internacionales pues también hay uno sobre el tesoro submarino que rescatara la empresa Odissey de monedas de oro y plata sacadas de este país por España.
Otro de los problemas que golpean al Perú –igual que a México– es el tema del tráfico ilegal de material antiguo. Aunque el principal tesoro de los traficantes es lo arqueológico y el arte sacro, en Perú se ha cobrado un mayor interés por los documentos antiguos: cartas, libros y mapas cartográficos.
“La ONU sólo tiene tres listas rojas en lo que refiere al tráfico de piezas: Afganistán, Irak y Perú. Para nosotros no es ningún privilegio sentirnos vinculados a dos países que están en un conflicto armado”, sostuvo.
Sin duda, el acto representó un “precedente importante para toda la región”, expuso Repetto. No obstante, en su opinión se necesita una mayor concientización de las sociedades y de los gobiernos para que, entre ambos, protejan y resguarden su patrimonio cultural.
En ello, la legislación del Perú en lo referente a la protección de fósiles, por ejemplo, es una de las más actualizadas en América Latina –incluyendo a México– pues ya se encuentra incluida en la Ley de Protección al Patrimonio de aquel país.
Para los interesados, la conferencia que ofrecerá el especialista Luis Repetto será el día de mañana en el Hotel Camino Real.
Con mucho qué compartirEn muchas cosas, se podría decir que Perú y México son países hermanos, pero si hay algo que en verdad los une es su gran riqueza cultural. Si pudiéramos hablar de un moderno trueque de información, ambos países podrían salir beneficiados al compartir técnicas para la protección al patrimonio.
Luis Repetto relata que en Perú existe una técnica que está dando buenos resultados, y trata de que se impartan cursos de legislación del patrimonio en las carreras vinculadas a la policía, a la aduana, a las academias diplomáticas y en las facultades de teología vinculadas a la iglesia.
De México, Repetto ve con muy buenos ojos el trabajo que están haciendo los museos comunitarios de Oaxaca o Chiapas donde la propia sociedad civil respeta y toma como suyo al patrimonio de sus localidades. “Esta sería una muy buena experiencia que pudéramos nosotros trasladar al Perú”, aseguró. Monterrey, NL/Gustavo Mendoza Lemus (Milenio)
El investigador y catedrático estará el día de mañana en la ciudad para ofrecer un seminario denominado Descubre Perú, a efectuarse en el hotel Camino Real.
Reconocido por su labor de difusión del patrimonio arqueológico del Perú en libros y en programas televisivos, Luis Repetto hablará sobre los secretos del patrimonio de su país que son pocos conocidos.
“Lo mediático es Machu Picchu pero nosotros tenemos 10 zonas más que son declaradas como Patrimonio de la Humanidad, como el desierto de Nazca, por ejemplo”, señala el prestigiado investigador.
Esta situación se refleja en los números, pues Machu Picchu recibe a mil personas por día normalmente. En temporada de turismo recibe hasta dos mil 500 personas diarias.
El litigio interpuesto en 2007 ante la prestigiosa universidad norteamericana es un tema muy sensible para los peruanos, expresa Repetto. El lote de más de 46 mil piezas provenientes de Machu Picchu salieron de Perú en 1911 con la anuencia del gobierno en turno “porque sólo saldrían temporalmente y con fines meramente investigativos”, denuncia el museólogo.
Al respecto, la Universidad de Yale respondió a Perú que sólo devolvería las piezas “que sean museísticas”, algo que las autoridades de este país no aceptan.
“La Universidad de Yale no ha podido demostrar que este material haya sido debidamente investigado en estos 90 años, por eso el Perú exige su repatriación a la brevedad”, denunció el respetado museólogo.
El reclamo a Yale no es el único que mantiene Perú en los tribunales internacionales pues también hay uno sobre el tesoro submarino que rescatara la empresa Odissey de monedas de oro y plata sacadas de este país por España.
Otro de los problemas que golpean al Perú –igual que a México– es el tema del tráfico ilegal de material antiguo. Aunque el principal tesoro de los traficantes es lo arqueológico y el arte sacro, en Perú se ha cobrado un mayor interés por los documentos antiguos: cartas, libros y mapas cartográficos.
“La ONU sólo tiene tres listas rojas en lo que refiere al tráfico de piezas: Afganistán, Irak y Perú. Para nosotros no es ningún privilegio sentirnos vinculados a dos países que están en un conflicto armado”, sostuvo.
Sin duda, el acto representó un “precedente importante para toda la región”, expuso Repetto. No obstante, en su opinión se necesita una mayor concientización de las sociedades y de los gobiernos para que, entre ambos, protejan y resguarden su patrimonio cultural.
En ello, la legislación del Perú en lo referente a la protección de fósiles, por ejemplo, es una de las más actualizadas en América Latina –incluyendo a México– pues ya se encuentra incluida en la Ley de Protección al Patrimonio de aquel país.
Para los interesados, la conferencia que ofrecerá el especialista Luis Repetto será el día de mañana en el Hotel Camino Real.
Con mucho qué compartirEn muchas cosas, se podría decir que Perú y México son países hermanos, pero si hay algo que en verdad los une es su gran riqueza cultural. Si pudiéramos hablar de un moderno trueque de información, ambos países podrían salir beneficiados al compartir técnicas para la protección al patrimonio.
Luis Repetto relata que en Perú existe una técnica que está dando buenos resultados, y trata de que se impartan cursos de legislación del patrimonio en las carreras vinculadas a la policía, a la aduana, a las academias diplomáticas y en las facultades de teología vinculadas a la iglesia.
De México, Repetto ve con muy buenos ojos el trabajo que están haciendo los museos comunitarios de Oaxaca o Chiapas donde la propia sociedad civil respeta y toma como suyo al patrimonio de sus localidades. “Esta sería una muy buena experiencia que pudéramos nosotros trasladar al Perú”, aseguró. Monterrey, NL/Gustavo Mendoza Lemus (Milenio)
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