La obra, pintada en 1903, está valorada entre los 33 y los 44 millones de euros; el dinero obtenido irá a la fundación del compositor Andrew Lloyd Webber
El bebedor de absenta", un famoso Picasso del período azul, que es en realidad un retrato del amigo de juventud del artista Ángel Fernández de Soto, se ofrecerá al mejor postor el próximo 23 de junio en Londres.
Así lo anunció la casa de subastas Christie's, que valora la obra, pintada en 1903, en una cantidad que oscila entre los 33 y los 44 millones de euros y según la cual el dinero obtenido irá a la fundación del compositor Andrew Lloyd Webber.
La pintura iba a haberse subastado en Christie's, de Nueva York, en noviembre de 2006, pero fue retirada de la puja por la propia fundación británica a raíz de una reclamación de los herederos del banquero judío Paul Mendelssohn Bartholdy.
Éstos denunciaron que la obra había sido vendida a la fuerza en 1934, es decir durante la época nazi, a un marchante berlinés, y exigieron suspender la venta.
La fundación Andrew Lloyd Webber, que había comprado el cuadro en una subasta en 1995 por 29,2 millones de dólares a la Colección Stralem, argumentó que la obra había cambiado de manos al menos cuatro veces desde 1934 y que había adquirido la obra de buena fe a su anterior propietario.
Hace dos años, un tribunal neoyorquino pareció haber resuelto la disputa a favor de la fundación al dictaminar que Julius Schoeps, sobrino nieto del banquero, no había logrado demostrar que fuera el "legítimo heredero".
El pasado enero, la fundación Andrew Lloyd Webber anunció en un comunicado que había llegado a un acuerdo definitivo con Schoeps y el resto de los herederos de Paul Mendelssohn Bartholdy, por lo que se consideraba propietaria legítima del cuadro, sin dar empero detalles.
El Retrato de Ángel Fernández de Soto, es una de las obras icónicas del período azul de Picasso, que pintó a su amigo con valientes pinceladas como torbellinos que recuerdan en cierto modo a El Greco y anuncian el virtuosismo que caracterizará hasta el final de su vida al pintor malagueño.
Picasso muestra a su amigo sentado en una mesa con una gran copa de absenta en primer plano, la bebida favorita de muchos artistas de la Belle Epoque, desde Henri de Toulouse-Lautrec hasta Paul Gauguin o Vincent Van Gogh o poetas como Baudelaire, Rimbaud o Verlaine.
Picasso conoció a Fernández de Soto en 1899 en el famoso café Els 4 Gats, en aquella época centro de reunión de artistas y bohemios, y ambos, unidos entre otras cosas por su dandismo, se volvieron amigos inseparables.
Ángel y su hermano Mateu eran artistas, pero mientras que este último era un escultor dotado, Picasso consideraba a Ángel un "gandul divertido", más aficionado a la bebida y a la juerga que al arte, aficiones a las que no era tampoco ajeno el propio Picasso.
Fernández de Soto y Picasso compartieron en dos ocasiones estudios de artista en la capital catalana, la segunda vez en 1903, justo el año en que se pintó el retrato.
Este último era el mismo estudio de la Riera de Sant Joan que Picasso había compartido antes con otro joven artista amigo llamado Carles Casagemas, cuyo suicidio inspiró en parte su período azul.
Muchos de los retratos que Picasso hizo de su amigos durante sus años barceloneses están hoy en museos, como el de Sebastià Junyent, que se conserva en el Museu Picasso, de Barcelona, o el de "Sebastià Junyer Vidal y una mujer en un café", que guarda el Los Angeles County Museum of Art.
El "retrato de la señora Soler" pertenece a las Bayerische Staatsgemäldesammlungen, de Múnich; el de Benet Soler está en el Ermitage, de San Petersburgo, y el de la Familia Soler se conserva en el Museo de Bellas Artes de Lieja (Bélgica).
Londres
El bebedor de absenta", un famoso Picasso del período azul, que es en realidad un retrato del amigo de juventud del artista Ángel Fernández de Soto, se ofrecerá al mejor postor el próximo 23 de junio en Londres.
Así lo anunció la casa de subastas Christie's, que valora la obra, pintada en 1903, en una cantidad que oscila entre los 33 y los 44 millones de euros y según la cual el dinero obtenido irá a la fundación del compositor Andrew Lloyd Webber.
La pintura iba a haberse subastado en Christie's, de Nueva York, en noviembre de 2006, pero fue retirada de la puja por la propia fundación británica a raíz de una reclamación de los herederos del banquero judío Paul Mendelssohn Bartholdy.
Éstos denunciaron que la obra había sido vendida a la fuerza en 1934, es decir durante la época nazi, a un marchante berlinés, y exigieron suspender la venta.
La fundación Andrew Lloyd Webber, que había comprado el cuadro en una subasta en 1995 por 29,2 millones de dólares a la Colección Stralem, argumentó que la obra había cambiado de manos al menos cuatro veces desde 1934 y que había adquirido la obra de buena fe a su anterior propietario.
Hace dos años, un tribunal neoyorquino pareció haber resuelto la disputa a favor de la fundación al dictaminar que Julius Schoeps, sobrino nieto del banquero, no había logrado demostrar que fuera el "legítimo heredero".
El pasado enero, la fundación Andrew Lloyd Webber anunció en un comunicado que había llegado a un acuerdo definitivo con Schoeps y el resto de los herederos de Paul Mendelssohn Bartholdy, por lo que se consideraba propietaria legítima del cuadro, sin dar empero detalles.
El Retrato de Ángel Fernández de Soto, es una de las obras icónicas del período azul de Picasso, que pintó a su amigo con valientes pinceladas como torbellinos que recuerdan en cierto modo a El Greco y anuncian el virtuosismo que caracterizará hasta el final de su vida al pintor malagueño.
Picasso muestra a su amigo sentado en una mesa con una gran copa de absenta en primer plano, la bebida favorita de muchos artistas de la Belle Epoque, desde Henri de Toulouse-Lautrec hasta Paul Gauguin o Vincent Van Gogh o poetas como Baudelaire, Rimbaud o Verlaine.
Picasso conoció a Fernández de Soto en 1899 en el famoso café Els 4 Gats, en aquella época centro de reunión de artistas y bohemios, y ambos, unidos entre otras cosas por su dandismo, se volvieron amigos inseparables.
Ángel y su hermano Mateu eran artistas, pero mientras que este último era un escultor dotado, Picasso consideraba a Ángel un "gandul divertido", más aficionado a la bebida y a la juerga que al arte, aficiones a las que no era tampoco ajeno el propio Picasso.
Fernández de Soto y Picasso compartieron en dos ocasiones estudios de artista en la capital catalana, la segunda vez en 1903, justo el año en que se pintó el retrato.
Este último era el mismo estudio de la Riera de Sant Joan que Picasso había compartido antes con otro joven artista amigo llamado Carles Casagemas, cuyo suicidio inspiró en parte su período azul.
Muchos de los retratos que Picasso hizo de su amigos durante sus años barceloneses están hoy en museos, como el de Sebastià Junyent, que se conserva en el Museu Picasso, de Barcelona, o el de "Sebastià Junyer Vidal y una mujer en un café", que guarda el Los Angeles County Museum of Art.
El "retrato de la señora Soler" pertenece a las Bayerische Staatsgemäldesammlungen, de Múnich; el de Benet Soler está en el Ermitage, de San Petersburgo, y el de la Familia Soler se conserva en el Museo de Bellas Artes de Lieja (Bélgica).
Londres
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