Intentarán inscribir los inmuebles en el programa de Apoyo a Comunidades para la Restauración de Bienes Artísticos de Propiedad Federal. “Vamos por el record”: Aceves.
En los últimos días, Cristina Latapí, directora del programa de Apoyo a Comunidades para Restauración de Monumentos y Bienes Artísticos de Propiedad Federal (Foremoba) y Modesto Aceves, director de Patrimonio Cultural y Artístico de la Secretaría de Cultura, han realizado una gira de trabajo en la visita de distintos inmuebles históricos (templos, en su mayoría) que podrían ser susceptibles de ser apoyados por el Foremoba, que pertenece a la dirección general de Sitios y Museos del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta). El recorrido ha sido sobre todo en la región de los Altos de Jalisco, en municipios como Cañadas de Obregón, Valle de Guadalupe, San Julián, entre otros.
Cabe señalar que el recurso que aporta el Foremoba no es directo a la aplicación de una obra en cuestión, sino exclusivamente complementario. Lo que significa que es susceptible de ser aplicado en una obra que, mínimo, debe tener participación del municipio en cuestión y el gobierno del estado. A partir de ahí, puede participar el fondo del Foremoba, en el que también ha participado la inversión de la misma iglesia y hasta la misma sociedad, a través de las organizaciones de “hijos ausentes”, quienes han aportado gruesas cantidades para la restauración de los templos de los pueblos.
El programa del Foremoba no está dirigido exclusivamente a la restauración de templos, sino edificios históricos de propiedad federal, como pueden ser puentes, hospitales o edificios en general que tengan algún valor histórico y social importante y que estén bajo responsabilidad del órgano federal. Sin embargo, al menos en Jalisco, este recurso se ha utilizado en su gran mayoría, para la restauración de templos.
“Creo que debemos sobrepasar los prejuicios que se pueden formar y apreciar que una iglesia en los pueblos, se convierte en un emblema, en un edificio de un gran valor para la comunidad. La iglesia es moradora de tradiciones, es un lugar donde se celebra, en donde las personas coinciden. Por eso es importante que trabajemos en ellos”, explica Cristina Latapí.
En años anteriores, Jalisco ha participado ya de manera activa en este programa. En 2008 y 2009 se beneficiaron entre siete y seis recintos, respectivamente, con una inversión aproximada de millón y medio de pesos en cada año. Entre ellos los templos de La Asunción (Lagos de Moreno), San Sebastián Teponahuaxtla (Mezquitic), Santo Santiago Apóstol (Tenamaxtlán), San Juan Evangelista (Tlajomulco de Zúñiga), San Francisco de Asís (Huejúcar) y Dulce Nombre de Jesús (Amacueca). Así como la Catedral Metropolitana, los templos de Mexicaltzingo, Jesús María, Nuestra Señora de la Luz en Cañadas de Obregón y el ex hospital Hilarión Romero Gil, ahora Centro Cultural, en Ameca, y el ex Hospital de Indios, en Tapalpa.
Foto: Chema Martínez Por su parte, Modesto Aceves, informó que esperan que este año, Jalisco pueda presentar más de diez proyectos para que sean beneficiados. “Queremos romper el record de proyectos que se han apoyado y el monto de inversión que se ha otorgado”, sentenció Aceves. Jalisco es de los estados más activos en el programa, junto con Guanajuato, Puebla y Oaxaca.
ECRO, a favor de la medida
Por su parte, el director de la Escuela de Conservación y Restauración de Occidente, Alejandro Canales, manifestó su beneplácito porque Jalisco participe de este tipo de programas que contemplan la restauración de los templos. “Definitivamente, es muy bueno que se destinen recursos, independientemente de que se tenga alguna otra connotación del tipo religioso. En el sentido estricto de lo que es la restauración, qué bueno que se haga”, expresó Canales.
Sin embargo, hizo hincapié en el hecho de que los edificios o iglesias que eventualmente se vean beneficiados, también deben ceñirse a ciertos manuales de mantenimiento y conservación cotidiana, que les permita extender su vida a un plazo más largo. “Se deben tener manuales de mantenimiento continuo, un mantenimiento que se realice de siempre, cotidianamente. De otra forma, se gastan importantes cantidades ahora, luego se abandona algunos años, y después se tienen que invertir grandes recursos. Es más inteligente trabajar en la conservación de los edificios que en los gastos que puede representar una intervención mayor”, concluyó Canales.
Guadalajara, Jal.
En los últimos días, Cristina Latapí, directora del programa de Apoyo a Comunidades para Restauración de Monumentos y Bienes Artísticos de Propiedad Federal (Foremoba) y Modesto Aceves, director de Patrimonio Cultural y Artístico de la Secretaría de Cultura, han realizado una gira de trabajo en la visita de distintos inmuebles históricos (templos, en su mayoría) que podrían ser susceptibles de ser apoyados por el Foremoba, que pertenece a la dirección general de Sitios y Museos del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta). El recorrido ha sido sobre todo en la región de los Altos de Jalisco, en municipios como Cañadas de Obregón, Valle de Guadalupe, San Julián, entre otros.
Cabe señalar que el recurso que aporta el Foremoba no es directo a la aplicación de una obra en cuestión, sino exclusivamente complementario. Lo que significa que es susceptible de ser aplicado en una obra que, mínimo, debe tener participación del municipio en cuestión y el gobierno del estado. A partir de ahí, puede participar el fondo del Foremoba, en el que también ha participado la inversión de la misma iglesia y hasta la misma sociedad, a través de las organizaciones de “hijos ausentes”, quienes han aportado gruesas cantidades para la restauración de los templos de los pueblos.
El programa del Foremoba no está dirigido exclusivamente a la restauración de templos, sino edificios históricos de propiedad federal, como pueden ser puentes, hospitales o edificios en general que tengan algún valor histórico y social importante y que estén bajo responsabilidad del órgano federal. Sin embargo, al menos en Jalisco, este recurso se ha utilizado en su gran mayoría, para la restauración de templos.
“Creo que debemos sobrepasar los prejuicios que se pueden formar y apreciar que una iglesia en los pueblos, se convierte en un emblema, en un edificio de un gran valor para la comunidad. La iglesia es moradora de tradiciones, es un lugar donde se celebra, en donde las personas coinciden. Por eso es importante que trabajemos en ellos”, explica Cristina Latapí.
En años anteriores, Jalisco ha participado ya de manera activa en este programa. En 2008 y 2009 se beneficiaron entre siete y seis recintos, respectivamente, con una inversión aproximada de millón y medio de pesos en cada año. Entre ellos los templos de La Asunción (Lagos de Moreno), San Sebastián Teponahuaxtla (Mezquitic), Santo Santiago Apóstol (Tenamaxtlán), San Juan Evangelista (Tlajomulco de Zúñiga), San Francisco de Asís (Huejúcar) y Dulce Nombre de Jesús (Amacueca). Así como la Catedral Metropolitana, los templos de Mexicaltzingo, Jesús María, Nuestra Señora de la Luz en Cañadas de Obregón y el ex hospital Hilarión Romero Gil, ahora Centro Cultural, en Ameca, y el ex Hospital de Indios, en Tapalpa.
Foto: Chema Martínez Por su parte, Modesto Aceves, informó que esperan que este año, Jalisco pueda presentar más de diez proyectos para que sean beneficiados. “Queremos romper el record de proyectos que se han apoyado y el monto de inversión que se ha otorgado”, sentenció Aceves. Jalisco es de los estados más activos en el programa, junto con Guanajuato, Puebla y Oaxaca.
ECRO, a favor de la medida
Por su parte, el director de la Escuela de Conservación y Restauración de Occidente, Alejandro Canales, manifestó su beneplácito porque Jalisco participe de este tipo de programas que contemplan la restauración de los templos. “Definitivamente, es muy bueno que se destinen recursos, independientemente de que se tenga alguna otra connotación del tipo religioso. En el sentido estricto de lo que es la restauración, qué bueno que se haga”, expresó Canales.
Sin embargo, hizo hincapié en el hecho de que los edificios o iglesias que eventualmente se vean beneficiados, también deben ceñirse a ciertos manuales de mantenimiento y conservación cotidiana, que les permita extender su vida a un plazo más largo. “Se deben tener manuales de mantenimiento continuo, un mantenimiento que se realice de siempre, cotidianamente. De otra forma, se gastan importantes cantidades ahora, luego se abandona algunos años, y después se tienen que invertir grandes recursos. Es más inteligente trabajar en la conservación de los edificios que en los gastos que puede representar una intervención mayor”, concluyó Canales.
Guadalajara, Jal.
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