A través de monotipos, grabados de carácter irrepetible, el artista tiene como temática la distorsión de formas en plena libertad, ese dejar que el espectador interprete en base a al experiencia.
Una invitación a recuperar los sentidos que día tras día damos por sentados, y que nos quedan vedados por culpa del ruido, la rutina o el aislamiento de los nuestros, es lo que propone el artista plástico Pablo Urteaga.
El oriundo de Saltillo, Coahuila, pero radicado desde hace años en Monterrey consideró que la propuesta estética en su exposición El idealista quede comprendida en los terrenos del idealismo, esto es, que a diferencia de la concepción realista, en la cual lo existente está dado por hecho, los espectadores recobren la concepción de los objetos que lo rodean precisamente a través de la percepción sensorial.
“Con la percepción humana reconocemos lo que nos rodea. Siento mi silla, siento esta mesa, porque mi memoria previa así lo indica y ahora estoy palpando. Bajo otra óptica, sé que en un pino de Canadá van a caer 50 piñas. La diferencia es que lo primero lo puedo atrapar con mis sentidos. Lo percibo. Mi trabajo es una vertiente entre el arte figurativo y la abstracción. Propongo un plano visual y dejo cabos sueltos”, enfatizó el también arquitecto.
A través de monotipos, grabados de carácter irrepetible, el artista tiene como temática la distorsión de formas en plena libertad, ese dejar que el espectador interprete en base a al experiencia. De esta forma, habría una verdadera interacción entre el artista, la obra y su observador.
La muestra de Urteaga enfatiza además en cómo gracias a esta apropiación que la gente puede hacer de las figuras presentadas, se fomenta en el asistente un estado de alerta posterior, de tal suerte que se traslade hacia el reconocimiento de otras capacidades sensoriales anteriormente perdidas.
“Hoy en día estamos mecanizados, en la ciudad hay mucho tráfico, y en ello se nos pierde el percibir, escuchar. Por desgracia, la mayoría del tiempo tenemos nuestra mente en otros niveles de pensamiento”.
Discípulo de la artista Angélica Villarreal a partir de los 13 años, Urteaga ya ha encontrado numerosos escaparates en los cuales mostrar su obra. De esta forma el artista puede presumir entre sus logros el haber compartido tiempo con el pintor José Luis Cuevas, a raíz de una exposición recientemente culminada en el Museo de Arte Contemporáneo Ateneo de Yucatán.
“Aunque somos de estilos completamente diferentes, es innegable la aportación que hace al arte” recalcó Urteaga acerca de Cuevas.
El idealista se integra de 11 piezas de diferentes tamaños y colores y de temática precisamente idealista, está presente desde anoche en Bianco, Arte y Cocina, ubicado en Anillo Periférico 1825-L2 en la colonia Hacienda San Jerónimo. Teléfono: 8143-9095.
Monterrey, Nl
Una invitación a recuperar los sentidos que día tras día damos por sentados, y que nos quedan vedados por culpa del ruido, la rutina o el aislamiento de los nuestros, es lo que propone el artista plástico Pablo Urteaga.
El oriundo de Saltillo, Coahuila, pero radicado desde hace años en Monterrey consideró que la propuesta estética en su exposición El idealista quede comprendida en los terrenos del idealismo, esto es, que a diferencia de la concepción realista, en la cual lo existente está dado por hecho, los espectadores recobren la concepción de los objetos que lo rodean precisamente a través de la percepción sensorial.
“Con la percepción humana reconocemos lo que nos rodea. Siento mi silla, siento esta mesa, porque mi memoria previa así lo indica y ahora estoy palpando. Bajo otra óptica, sé que en un pino de Canadá van a caer 50 piñas. La diferencia es que lo primero lo puedo atrapar con mis sentidos. Lo percibo. Mi trabajo es una vertiente entre el arte figurativo y la abstracción. Propongo un plano visual y dejo cabos sueltos”, enfatizó el también arquitecto.
A través de monotipos, grabados de carácter irrepetible, el artista tiene como temática la distorsión de formas en plena libertad, ese dejar que el espectador interprete en base a al experiencia. De esta forma, habría una verdadera interacción entre el artista, la obra y su observador.
La muestra de Urteaga enfatiza además en cómo gracias a esta apropiación que la gente puede hacer de las figuras presentadas, se fomenta en el asistente un estado de alerta posterior, de tal suerte que se traslade hacia el reconocimiento de otras capacidades sensoriales anteriormente perdidas.
“Hoy en día estamos mecanizados, en la ciudad hay mucho tráfico, y en ello se nos pierde el percibir, escuchar. Por desgracia, la mayoría del tiempo tenemos nuestra mente en otros niveles de pensamiento”.
Discípulo de la artista Angélica Villarreal a partir de los 13 años, Urteaga ya ha encontrado numerosos escaparates en los cuales mostrar su obra. De esta forma el artista puede presumir entre sus logros el haber compartido tiempo con el pintor José Luis Cuevas, a raíz de una exposición recientemente culminada en el Museo de Arte Contemporáneo Ateneo de Yucatán.
“Aunque somos de estilos completamente diferentes, es innegable la aportación que hace al arte” recalcó Urteaga acerca de Cuevas.
El idealista se integra de 11 piezas de diferentes tamaños y colores y de temática precisamente idealista, está presente desde anoche en Bianco, Arte y Cocina, ubicado en Anillo Periférico 1825-L2 en la colonia Hacienda San Jerónimo. Teléfono: 8143-9095.
Monterrey, Nl
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