Oswaldo Sánchez, director de ese espacio, dijo que la muestra rinde homenaje a una de las artistas mexicanas más destacadas y versátiles del último tercio del siglo XX: dibujante, escultora, colaboradora en proyectos arquitectónicos y artista conceptual, además de promotora cultural.
Un total de 150 piezas entre obra gráfica, escultura, maquetas e instalaciones, enfatizando en los aspectos más sólidos y transgresores de su carrera plástica, integran la exposición “Helen Escobedo: a escala humana”, inaugurada la víspera en el Museo de Arte Moderno.
En el acto, Oswaldo Sánchez, director de ese espacio, dijo que la muestra rinde homenaje a una de las artistas mexicanas más destacadas y versátiles del último tercio del siglo XX: dibujante, escultora, colaboradora en proyectos arquitectónicos y artista conceptual, además de promotora cultural.
“Se trata de una exhibición única sobre la carrera de Escobedo por ser algo depurado en términos de los aportes de la artista al arte mexicano de la segunda mitad del siglo XX y hasta la actualidad”, indicó.
Sánchez calificó a Escobedo como figura clave de un momento fundamental del devenir del arte en México, aún carente de una revisión crítica e informada.
“Helen ha sido una artista que formó parte de un momento que transformó México, la manera en que México se veía a sí mismo”, dijo.
“Ha sido de las artistas que ha tenido un compromiso social importante con esta institución pública, pues ayudó a cambiar este museo, así como la UNAM, en fin, es un ejemplo de integridad ética y compromiso desde el arte y servicio público”, añadió.
Por su parte, la curadora de la muestra Graciela Schmilchuk afirmó que “A escala humana” no se trata de una retrospectiva de orden cronológico, sino una muestra articulada en base a núcleos investigativos que relacionan lógicas visuales y creativas a través de épocas y prácticas disímiles.
Su periodo geometrista, su escultura pública monumental, sus incursiones en la arquitectura y en nuevos modelos de hábitat y de espacio urbano, sus experimentaciones con materiales de recuperación o su papel pionero en instalaciones ecologistas, entre otros, son algunos de los aspectos que aborda la exhibición.
Destacó que la muestra busca no sólo repensar y exaltar el papel de Helen Escobedo dentro de la producción artística de estos años, sino brindar una perspectiva más informada sobre las bases experimentales del arte contemporáneo mexicano.
Esto desde la década de los 60 hasta hoy, a través de aquellos compromisos y retos de una artista involucrada tanto en los riegos de los nuevos lenguajes, como en un constante desafío crítico ante los modelos imperantes de gestión cultural.
“Principio y fin: Bronces”, “Utopía”, “Escultura monumental”, “Especulaciones”, “Todos los espacios”, “Ambientes totales”, “Paraísos familiares” y “Desmaterialización y fugacidad” son los núcleos temáticos que dividen la muestra.
De acuerdo con Schmilchuk, especialista en la obra de Helen, aclaró que la muestra es una mirada perspectiva de algunos procesos, utopías, proyectos y aventuras en su trayectoria, aspirando a documentar su mirada, sus audacias, su actitud, su imaginación desbordada e irreverente ante las reglas del arte.
Refirió que la curaduría aspiró a destacar que la incursión de Helen en la escultura monumental, la arquitectura y otros diseños, forman parte de una idea de artista que ya no es el creador que trabaja en su taller y expone en museo y galerías, sino el que pone su saber al servicio de una mejor calidad de vida para muchos.
Mencionó que el hecho de que se exponga documentación, planos, bocetos para proyectos de urbanización, orfanato, hotel o juegos para niños, es un recordatorio fundamental de tal utopía.
Abundó que aunque la exposición presenta cinco núcleos temáticos, el 2,3 y 4 son simultáneos.
“No es el orden cronológico lo que importa, sino la libertad y el humor con el que ha transgredido, siempre con una sonrisa apasionada o pícara, lo que se le aparecía como obstáculo a al creatividad y a la comunicación”, apuntó.
Ciudad de México
Un total de 150 piezas entre obra gráfica, escultura, maquetas e instalaciones, enfatizando en los aspectos más sólidos y transgresores de su carrera plástica, integran la exposición “Helen Escobedo: a escala humana”, inaugurada la víspera en el Museo de Arte Moderno.
En el acto, Oswaldo Sánchez, director de ese espacio, dijo que la muestra rinde homenaje a una de las artistas mexicanas más destacadas y versátiles del último tercio del siglo XX: dibujante, escultora, colaboradora en proyectos arquitectónicos y artista conceptual, además de promotora cultural.
“Se trata de una exhibición única sobre la carrera de Escobedo por ser algo depurado en términos de los aportes de la artista al arte mexicano de la segunda mitad del siglo XX y hasta la actualidad”, indicó.
Sánchez calificó a Escobedo como figura clave de un momento fundamental del devenir del arte en México, aún carente de una revisión crítica e informada.
“Helen ha sido una artista que formó parte de un momento que transformó México, la manera en que México se veía a sí mismo”, dijo.
“Ha sido de las artistas que ha tenido un compromiso social importante con esta institución pública, pues ayudó a cambiar este museo, así como la UNAM, en fin, es un ejemplo de integridad ética y compromiso desde el arte y servicio público”, añadió.
Por su parte, la curadora de la muestra Graciela Schmilchuk afirmó que “A escala humana” no se trata de una retrospectiva de orden cronológico, sino una muestra articulada en base a núcleos investigativos que relacionan lógicas visuales y creativas a través de épocas y prácticas disímiles.
Su periodo geometrista, su escultura pública monumental, sus incursiones en la arquitectura y en nuevos modelos de hábitat y de espacio urbano, sus experimentaciones con materiales de recuperación o su papel pionero en instalaciones ecologistas, entre otros, son algunos de los aspectos que aborda la exhibición.
Destacó que la muestra busca no sólo repensar y exaltar el papel de Helen Escobedo dentro de la producción artística de estos años, sino brindar una perspectiva más informada sobre las bases experimentales del arte contemporáneo mexicano.
Esto desde la década de los 60 hasta hoy, a través de aquellos compromisos y retos de una artista involucrada tanto en los riegos de los nuevos lenguajes, como en un constante desafío crítico ante los modelos imperantes de gestión cultural.
“Principio y fin: Bronces”, “Utopía”, “Escultura monumental”, “Especulaciones”, “Todos los espacios”, “Ambientes totales”, “Paraísos familiares” y “Desmaterialización y fugacidad” son los núcleos temáticos que dividen la muestra.
De acuerdo con Schmilchuk, especialista en la obra de Helen, aclaró que la muestra es una mirada perspectiva de algunos procesos, utopías, proyectos y aventuras en su trayectoria, aspirando a documentar su mirada, sus audacias, su actitud, su imaginación desbordada e irreverente ante las reglas del arte.
Refirió que la curaduría aspiró a destacar que la incursión de Helen en la escultura monumental, la arquitectura y otros diseños, forman parte de una idea de artista que ya no es el creador que trabaja en su taller y expone en museo y galerías, sino el que pone su saber al servicio de una mejor calidad de vida para muchos.
Mencionó que el hecho de que se exponga documentación, planos, bocetos para proyectos de urbanización, orfanato, hotel o juegos para niños, es un recordatorio fundamental de tal utopía.
Abundó que aunque la exposición presenta cinco núcleos temáticos, el 2,3 y 4 son simultáneos.
“No es el orden cronológico lo que importa, sino la libertad y el humor con el que ha transgredido, siempre con una sonrisa apasionada o pícara, lo que se le aparecía como obstáculo a al creatividad y a la comunicación”, apuntó.
Ciudad de México
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