El homenaje al recién fallecido escritor, ensayista, poeta, traductor, activista y tenor mexicano contó con la participación de los escritores Ignacio Solares y Vicente Quirarte
Con la participación de los escritores Ignacio Solares y Vicente Quirarte, la Fundación México Unido en sus Valores Culturales rindió, la víspera, un sentido homenaje al recién fallecido escritor, ensayista, poeta, traductor, activista y tenor mexicano Carlos Montemayor (1947-2010) , durante una conferencia en el Museo Nacional de Antropología (MNA).
Bajo el título 'Carlos Montemayor in Memoriam', el autor, quien siempre se caracterizó por ser un activista social en defensa de las comunidades indígenas y de los grupos más vulnerables de su país, estaba programado para impartir una de las conferencias magistrales de la citada fundación el pasado 25 de marzo.
No obstante, una semana antes de llevarse a cabo dicha conferencia, el galardonado con el Premio Xavier Villaurrutia en 1971 murió a los 62 años de edad, víctima de un cáncer de estómago.
Ante la presencia de Susana de la Garza, viuda de Montemayor, ambos autores recordaron su larga trayectoria dedicada a promover los valores culturales de México, a través de su palabra, sus investigaciones, novelas, artículos, escritos y en especial, por divulgar a poetas indígenas que de otra manera habrían permanecido anónimos.
Al tomar la palabra, Solares recordó con cariño a su amigo y compañero de preparatoria y universidad, y mencionó que su estado natal, Chihuahua, fue determinante en su vida y obra.
Fue un custodio de esa llama encendida de las lenguas indígenas, donde prestó atención a los tarahumaras, grupo indígena que lo motivó a escribir 'Pueblos de estrellas y barrancas'.
El también director de la 'Revista de la Universidad Nacional Autónoma de México' dijo que, durante su adolescencia en su estado natal, se veían con frecuencia para intercambiar lecturas y dudas sobre Dios y la religión.
De acuerdo con Solares, 'Montemayor siempre tuvo una enorme curiosidad por lo marginado, lo olvidado y por las voces que aparentemente no logramos entender. Carlos estuvo siempre con quienes padece la historia'.
El autor de 'Invasión' se dijo sorprendido de la capacidad de Montemayor para interrumpir una discusión abismal sobre literatura y religión.
Indicó que por encima de todas las cosas, Montemayor fue un gran escritor, un hombre que supo cultivar la amistad y sobre todo 'un enamorado de su tierra natal'.
Destacó que su poesía iluminó y transmitió lo mejor de su tierra, de la que siempre estuvo orgulloso.
Mencionó que a su llegada a esta ciudad, tanto Montemayor como Víctor Hugo Rascón Banda, Jorge Armando Chacón, Benjamín Domínguez, Vicente Anaya, todos oriundos de Chihuahua, se ayudaron entre sí, compartiendo trabajos y veladas prolongadas, en las que no faltó el vino ni el canto del extinto autor.
'Donde quiera que se encuentre, le agradezco a Carlos su amistad, el haber compartido nuestra tierra natal, así como su literatura, recuerdos y esperanzas en lo mejor del hombre', expresó.
Previo a la participación de Solares, se proyectó un video donde Montemayor fue galardonado con el VII Premio Fundación México Unido 'A la excelencia de lo nuestro', entregado en 2007 en el Palacio de Bellas Artes.
En su oportunidad, Vicente Quirarte se dijo por su parte desconcertado por la reciente partida de su compañero de número de la Academia Mexicana de la Lengua (AML).
Recordó su vasta obra literaria, entre ellos, su colección de versos titulada 'Abril y otras estaciones'.
'Hombre de desierto, de mineral. Carlos supo desde niño que el tiempo se mide por los mitos laicos del esfuerzo y la contemplación'.
Afirmó que la autenticidad de sus palabras se transformó en registro y fusión de la voz de otros, como lo demostró su intensa labor para traducir y difundir la escritura en lenguas originarias.
Abundó que tras mudarse a esta ciudad, no se dejó vencer por la tentación de la seductora nostalgia, por el contrario, enfrentó a esta metrópoli que lo recibió desconfiada y le dedicó versos que sin nombrarla, la cantan y la redimen.
Quirarte destacó que Montemayor, alumno y discípulo de Alí Chumacero, supo que la poesía fue ejercicio de juventud y a la que nunca dejó de cultivar, pero 'renunció a la buscada pureza de ella, para ir al encuentro de otras formas de redención'.
'En el verso y la inteligencia, encontró los medios para librar un combate a favor de la libertad y la justicia', añadió.
Además de la calidad indiscutible de su obra, recordó que a Montemayor se le conoció por su honestidad y su disidencia.
Tras la presentación de Quirarte se proyectó otro video en el que Carlos Montemayor apareció presumiendo sus grandes dotes de tenor, y con el que decenas de personas congregadas en el 'Auditorio Jaime Torres Bodet', del Museo de Antropología, se conmovieron.
Ciudad de Mëxico
Con la participación de los escritores Ignacio Solares y Vicente Quirarte, la Fundación México Unido en sus Valores Culturales rindió, la víspera, un sentido homenaje al recién fallecido escritor, ensayista, poeta, traductor, activista y tenor mexicano Carlos Montemayor (1947-2010) , durante una conferencia en el Museo Nacional de Antropología (MNA).
Bajo el título 'Carlos Montemayor in Memoriam', el autor, quien siempre se caracterizó por ser un activista social en defensa de las comunidades indígenas y de los grupos más vulnerables de su país, estaba programado para impartir una de las conferencias magistrales de la citada fundación el pasado 25 de marzo.
No obstante, una semana antes de llevarse a cabo dicha conferencia, el galardonado con el Premio Xavier Villaurrutia en 1971 murió a los 62 años de edad, víctima de un cáncer de estómago.
Ante la presencia de Susana de la Garza, viuda de Montemayor, ambos autores recordaron su larga trayectoria dedicada a promover los valores culturales de México, a través de su palabra, sus investigaciones, novelas, artículos, escritos y en especial, por divulgar a poetas indígenas que de otra manera habrían permanecido anónimos.
Al tomar la palabra, Solares recordó con cariño a su amigo y compañero de preparatoria y universidad, y mencionó que su estado natal, Chihuahua, fue determinante en su vida y obra.
Fue un custodio de esa llama encendida de las lenguas indígenas, donde prestó atención a los tarahumaras, grupo indígena que lo motivó a escribir 'Pueblos de estrellas y barrancas'.
El también director de la 'Revista de la Universidad Nacional Autónoma de México' dijo que, durante su adolescencia en su estado natal, se veían con frecuencia para intercambiar lecturas y dudas sobre Dios y la religión.
De acuerdo con Solares, 'Montemayor siempre tuvo una enorme curiosidad por lo marginado, lo olvidado y por las voces que aparentemente no logramos entender. Carlos estuvo siempre con quienes padece la historia'.
El autor de 'Invasión' se dijo sorprendido de la capacidad de Montemayor para interrumpir una discusión abismal sobre literatura y religión.
Indicó que por encima de todas las cosas, Montemayor fue un gran escritor, un hombre que supo cultivar la amistad y sobre todo 'un enamorado de su tierra natal'.
Destacó que su poesía iluminó y transmitió lo mejor de su tierra, de la que siempre estuvo orgulloso.
Mencionó que a su llegada a esta ciudad, tanto Montemayor como Víctor Hugo Rascón Banda, Jorge Armando Chacón, Benjamín Domínguez, Vicente Anaya, todos oriundos de Chihuahua, se ayudaron entre sí, compartiendo trabajos y veladas prolongadas, en las que no faltó el vino ni el canto del extinto autor.
'Donde quiera que se encuentre, le agradezco a Carlos su amistad, el haber compartido nuestra tierra natal, así como su literatura, recuerdos y esperanzas en lo mejor del hombre', expresó.
Previo a la participación de Solares, se proyectó un video donde Montemayor fue galardonado con el VII Premio Fundación México Unido 'A la excelencia de lo nuestro', entregado en 2007 en el Palacio de Bellas Artes.
En su oportunidad, Vicente Quirarte se dijo por su parte desconcertado por la reciente partida de su compañero de número de la Academia Mexicana de la Lengua (AML).
Recordó su vasta obra literaria, entre ellos, su colección de versos titulada 'Abril y otras estaciones'.
'Hombre de desierto, de mineral. Carlos supo desde niño que el tiempo se mide por los mitos laicos del esfuerzo y la contemplación'.
Afirmó que la autenticidad de sus palabras se transformó en registro y fusión de la voz de otros, como lo demostró su intensa labor para traducir y difundir la escritura en lenguas originarias.
Abundó que tras mudarse a esta ciudad, no se dejó vencer por la tentación de la seductora nostalgia, por el contrario, enfrentó a esta metrópoli que lo recibió desconfiada y le dedicó versos que sin nombrarla, la cantan y la redimen.
Quirarte destacó que Montemayor, alumno y discípulo de Alí Chumacero, supo que la poesía fue ejercicio de juventud y a la que nunca dejó de cultivar, pero 'renunció a la buscada pureza de ella, para ir al encuentro de otras formas de redención'.
'En el verso y la inteligencia, encontró los medios para librar un combate a favor de la libertad y la justicia', añadió.
Además de la calidad indiscutible de su obra, recordó que a Montemayor se le conoció por su honestidad y su disidencia.
Tras la presentación de Quirarte se proyectó otro video en el que Carlos Montemayor apareció presumiendo sus grandes dotes de tenor, y con el que decenas de personas congregadas en el 'Auditorio Jaime Torres Bodet', del Museo de Antropología, se conmovieron.
Ciudad de Mëxico
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