Por: Francisco Medina
Una exposición fotográfica sobre internos que ocuparon el emblemático manicomio La Castañeda revela la historia de ese sitio llamado "El palacio de la locura", fundado en 1910 en la ciudad de México y que operó durante 58 años.
La Castañeda fue inaugurada por el entonces presidente de México, Porfirio Díaz, como parte de los festejos del Centenario de la Independencia de México.
La institución fue el hogar de más de 70 mil pacientes ricos, pobres, adictos, criminales, epilépticos e incluso gente sana que pagaba por estar ahí, informó el historiador Andrés Ríos.
El Museo Archivo de la Fotografía de Ciudad de México será el escenario, hasta el próximo 14 de noviembre, de la exposición "La Castañeda. Imágenes de la locura cien años después", con 83 fotografías sobre el inmueble y los internos.
Las imágenes pertenecen a colecciones privadas (algunas propiedades de los doctores que trabajaron en el manicomio y de periodistas que se hicieron pasar por internos para contar sus historias), al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y al Archivo Manuel Ramos.
"Cada fotografía reconstruye el panorama de un México que a finales del siglo XIX estuvo lleno de dramas sociales y familiares, así como conflictos laborales, económicos y domésticos, es decir, son el reflejo de la realidad social de ese entonces que incluso se vio demográficamente determinada por el número y procedencia de los internos del manicomio", aseguró Ríos.
Fotografías sobre la instalación de la primera piedra del inmueble, la construcción del manicomio en 1909, el magno evento de inauguración, las fachadas, los interiores, retratos de los internos, fotos de la vida cotidiana, las mujeres haciendo manualidades, los hombres trabajando en las granjas y los internos haciendo deportes, integran la muestra.
Según Ríos, el manicomio fue para la elite mexicana la oportunidad de demostrar que México entraba a la modernidad, primero con un inmueble majestuoso de diseño parisino y segundo evitando que las calles se "afearan" con indigentes, locos y enfermos.
La Castañeda estuvo asentada en el antiguo pueblo de Mixcoac y en sus inicios operó como hacienda donde se fabricaba pulque (bebida alcohólica extraída del maguey) y un sitio de descanso.
Al convertirse en manicomio, sus instalaciones dieron lugar a pabellones para albergar a internos.
En el pabellón de los "distinguidos" fueron atendidos familiares de la élite mexicana, y en otros a los epilépticos, criminales, indigentes, adictos y alcohólicos.
La institución psiquiátrica atravesó a partir de la década de 1920 una gran crisis debido a la falta de recursos, el hacinamiento, las condiciones de insalubridad, la dieta precaria, la corrupción de los empleados y el maltrato por parte de los vigilantes que dicen haber sufrido los pacientes.
"Una vez clausurado el manicomio, el gobierno mantuvo el mismo principio de mantener a los enfermos psiquiátricos fuera de la ciudad y los envió a granjas lejanas", concluyó Ríos.
Arranca temporada de Teatro y Danza en el Chopo
Por: Francisco Medina
Con los estrenos “Ricardo, el invierno de la desventura” y “Silencio en voces”, dos obras que abordan elementos como el dolor, el sufrimiento, la culpa, la angustia y la desesperación, el Museo Universitario del Chopo arranca este viernes su primera temporada de Teatro y Danza.
Por lo que hace al teatro, explicaron los organizadores, los días 6, 7, 13, 14, 21, 27 y 28 de agosto, en el Foro Dinosaurio “Juan José Gurrola”, la compañía “Séptima Eleusis” presentará un clásico inspirado en la obra dramaturgo inglés William Shakespeare (1564-1616): Ricardo III.
Bajo la dirección de Ulises Anel, “Ricardo, el invierno de la desventura” narra la historia de un hombre que se corrompe por su deseo desmedido de poder. La obra hace una analogía a la sociedad actual, lo que da como resultado una crítica incisiva sobre las prácticas políticas, detallaron en entrevista.
Escrita en 1596, la puesta en escena de Anel narra la vida de Ricardo, duque de Gloucester, quien lleva a cabo sangrientos actos para alcanzar el poder.
Confronta a sus hermanas Jorge, duque de Clarecía, y Eduardo IV. Muerto este último se casa con la viuda quedando como protector durante la minoría de edad de Eduardo V.
Cuando el joven rey crece, Ricardo conspira para usurpar el trono, proclamándose Rey. Al final, el protagonista III muere en batalla, después de espantosas visiones de sus víctimas.
El montaje aborda el tema de las pasiones humanas llevadas al extremo, el ansia desmedida de poder y la ambición, las conspiraciones políticas, la corrupción y muerte, son el mapa invariable en las sociedades contemporáneas que viven en la desesperanza, en el invierno de la propia desventura.
“A diferencia de la obra de Shakespeare, quien presenta a un personaje deforme, nosotros presentamos una pieza de acuerdo a nuestro propio discurso teatral, es decir, exhibimos a un Ricardo carismático y atractivo, pues en la actualidad creemos sería la manera en que podemos leer a los políticos mexicanos”, agregó el director.
Un político que fuera deforme, feo, o agresivo, difícilmente tendría una posibilidad de escalar en un nivel de gobierno, entonces, pones un Ricardo que envuelve a la gente para lograr sus metas, comentó en entrevista.
Según Anel, en “Ricardo” se retoma el teatro experimental y busca desarrollar un juego escénico en donde los actores interpretan roles y personajes, basados en el texto original.
En realidad, agregó Ulises Anel, Ricardo no es malo, sino que tiene todos los elementos para asesinar, ser violento, cree que en verdad ayudará a su pueblo. El se siente traicionado, esta convencido de que la gente que llega al pueblo esta traicionando sus ideales y eso lo lleva a cometer la serie de asesinatos.
En ese mismo lugar, los días 7, 14, 21 y 28 del presente mes, se estrena “Silencio a voces”, de la coreógrafa Aura López, un espectáculo de danza contemporánea el cual aborda uno de los temas tabúes de la actualidad: el abuso sexual.
De acuerdo con su creadora, el espectáculo escenifica emociones y sensaciones que proyectan la experiencia del individuo que durante años mantuvo en secreto.
Presentado por la compañía Müuval Collective, Francisco López psicólogo e integrante de dicha compañía, mencionó que esta coreografía es un producto de un proyecto de tesis de la terapeuta Geneida Contreras, sobre la posibilidad de poner en movimiento la temática de abuso sexual.
La obra desvela conflictos interiores provocados por sucesos en su pasado; a través de una coreografía que en ocasiones se torna angustiosa, cuatro bailarines transmiten, con una precisa ejecución corpórea, diversas emociones en el espectador.
Según López, una experiencia de abuso sexual llevada a la perpetuidad del silencio puede provocar miedo, asco, dolor, coraje, vergüenza y culpa ante el recuerdo.
Dedicados al ámbito preventivo sobre el abuso sexual de menores, la obra misma que cuenta con música en vivo, se pensó y creó en proceso de investigación de seis meses, en abrir los espacios para abordar el tema, pero sin caer en la cuestión burda y grotesca.
Con el apoyo de la asociación civil Müuval, agrupación que se dedica a generar alternativas dancísticas que exhortan a la exploración escénico corporal, tanto a sus integrantes como a sus espectadores, “Silencio a voces” lleva las sensaciones que padeció el individuo, al cuerpo y de ahí al escenario. En el espectáculo participan Gilda Barbosa, Sandra Casale, Montserrat Morales y Fabiola Vázquez.
Una exposición fotográfica sobre internos que ocuparon el emblemático manicomio La Castañeda revela la historia de ese sitio llamado "El palacio de la locura", fundado en 1910 en la ciudad de México y que operó durante 58 años.
La Castañeda fue inaugurada por el entonces presidente de México, Porfirio Díaz, como parte de los festejos del Centenario de la Independencia de México.
La institución fue el hogar de más de 70 mil pacientes ricos, pobres, adictos, criminales, epilépticos e incluso gente sana que pagaba por estar ahí, informó el historiador Andrés Ríos.
El Museo Archivo de la Fotografía de Ciudad de México será el escenario, hasta el próximo 14 de noviembre, de la exposición "La Castañeda. Imágenes de la locura cien años después", con 83 fotografías sobre el inmueble y los internos.
Las imágenes pertenecen a colecciones privadas (algunas propiedades de los doctores que trabajaron en el manicomio y de periodistas que se hicieron pasar por internos para contar sus historias), al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y al Archivo Manuel Ramos.
"Cada fotografía reconstruye el panorama de un México que a finales del siglo XIX estuvo lleno de dramas sociales y familiares, así como conflictos laborales, económicos y domésticos, es decir, son el reflejo de la realidad social de ese entonces que incluso se vio demográficamente determinada por el número y procedencia de los internos del manicomio", aseguró Ríos.
Fotografías sobre la instalación de la primera piedra del inmueble, la construcción del manicomio en 1909, el magno evento de inauguración, las fachadas, los interiores, retratos de los internos, fotos de la vida cotidiana, las mujeres haciendo manualidades, los hombres trabajando en las granjas y los internos haciendo deportes, integran la muestra.
Según Ríos, el manicomio fue para la elite mexicana la oportunidad de demostrar que México entraba a la modernidad, primero con un inmueble majestuoso de diseño parisino y segundo evitando que las calles se "afearan" con indigentes, locos y enfermos.
La Castañeda estuvo asentada en el antiguo pueblo de Mixcoac y en sus inicios operó como hacienda donde se fabricaba pulque (bebida alcohólica extraída del maguey) y un sitio de descanso.
Al convertirse en manicomio, sus instalaciones dieron lugar a pabellones para albergar a internos.
En el pabellón de los "distinguidos" fueron atendidos familiares de la élite mexicana, y en otros a los epilépticos, criminales, indigentes, adictos y alcohólicos.
La institución psiquiátrica atravesó a partir de la década de 1920 una gran crisis debido a la falta de recursos, el hacinamiento, las condiciones de insalubridad, la dieta precaria, la corrupción de los empleados y el maltrato por parte de los vigilantes que dicen haber sufrido los pacientes.
"Una vez clausurado el manicomio, el gobierno mantuvo el mismo principio de mantener a los enfermos psiquiátricos fuera de la ciudad y los envió a granjas lejanas", concluyó Ríos.
Arranca temporada de Teatro y Danza en el Chopo
Por: Francisco Medina
Con los estrenos “Ricardo, el invierno de la desventura” y “Silencio en voces”, dos obras que abordan elementos como el dolor, el sufrimiento, la culpa, la angustia y la desesperación, el Museo Universitario del Chopo arranca este viernes su primera temporada de Teatro y Danza.
Por lo que hace al teatro, explicaron los organizadores, los días 6, 7, 13, 14, 21, 27 y 28 de agosto, en el Foro Dinosaurio “Juan José Gurrola”, la compañía “Séptima Eleusis” presentará un clásico inspirado en la obra dramaturgo inglés William Shakespeare (1564-1616): Ricardo III.
Bajo la dirección de Ulises Anel, “Ricardo, el invierno de la desventura” narra la historia de un hombre que se corrompe por su deseo desmedido de poder. La obra hace una analogía a la sociedad actual, lo que da como resultado una crítica incisiva sobre las prácticas políticas, detallaron en entrevista.
Escrita en 1596, la puesta en escena de Anel narra la vida de Ricardo, duque de Gloucester, quien lleva a cabo sangrientos actos para alcanzar el poder.
Confronta a sus hermanas Jorge, duque de Clarecía, y Eduardo IV. Muerto este último se casa con la viuda quedando como protector durante la minoría de edad de Eduardo V.
Cuando el joven rey crece, Ricardo conspira para usurpar el trono, proclamándose Rey. Al final, el protagonista III muere en batalla, después de espantosas visiones de sus víctimas.
El montaje aborda el tema de las pasiones humanas llevadas al extremo, el ansia desmedida de poder y la ambición, las conspiraciones políticas, la corrupción y muerte, son el mapa invariable en las sociedades contemporáneas que viven en la desesperanza, en el invierno de la propia desventura.
“A diferencia de la obra de Shakespeare, quien presenta a un personaje deforme, nosotros presentamos una pieza de acuerdo a nuestro propio discurso teatral, es decir, exhibimos a un Ricardo carismático y atractivo, pues en la actualidad creemos sería la manera en que podemos leer a los políticos mexicanos”, agregó el director.
Un político que fuera deforme, feo, o agresivo, difícilmente tendría una posibilidad de escalar en un nivel de gobierno, entonces, pones un Ricardo que envuelve a la gente para lograr sus metas, comentó en entrevista.
Según Anel, en “Ricardo” se retoma el teatro experimental y busca desarrollar un juego escénico en donde los actores interpretan roles y personajes, basados en el texto original.
En realidad, agregó Ulises Anel, Ricardo no es malo, sino que tiene todos los elementos para asesinar, ser violento, cree que en verdad ayudará a su pueblo. El se siente traicionado, esta convencido de que la gente que llega al pueblo esta traicionando sus ideales y eso lo lleva a cometer la serie de asesinatos.
En ese mismo lugar, los días 7, 14, 21 y 28 del presente mes, se estrena “Silencio a voces”, de la coreógrafa Aura López, un espectáculo de danza contemporánea el cual aborda uno de los temas tabúes de la actualidad: el abuso sexual.
De acuerdo con su creadora, el espectáculo escenifica emociones y sensaciones que proyectan la experiencia del individuo que durante años mantuvo en secreto.
Presentado por la compañía Müuval Collective, Francisco López psicólogo e integrante de dicha compañía, mencionó que esta coreografía es un producto de un proyecto de tesis de la terapeuta Geneida Contreras, sobre la posibilidad de poner en movimiento la temática de abuso sexual.
La obra desvela conflictos interiores provocados por sucesos en su pasado; a través de una coreografía que en ocasiones se torna angustiosa, cuatro bailarines transmiten, con una precisa ejecución corpórea, diversas emociones en el espectador.
Según López, una experiencia de abuso sexual llevada a la perpetuidad del silencio puede provocar miedo, asco, dolor, coraje, vergüenza y culpa ante el recuerdo.
Dedicados al ámbito preventivo sobre el abuso sexual de menores, la obra misma que cuenta con música en vivo, se pensó y creó en proceso de investigación de seis meses, en abrir los espacios para abordar el tema, pero sin caer en la cuestión burda y grotesca.
Con el apoyo de la asociación civil Müuval, agrupación que se dedica a generar alternativas dancísticas que exhortan a la exploración escénico corporal, tanto a sus integrantes como a sus espectadores, “Silencio a voces” lleva las sensaciones que padeció el individuo, al cuerpo y de ahí al escenario. En el espectáculo participan Gilda Barbosa, Sandra Casale, Montserrat Morales y Fabiola Vázquez.
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