Por: Esteban Hernández Zamora
Un grupo de especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH- Conaculta), localizaron un conjunto de ruinas que podrían haber pertenecido a los Tubares, grupo indígena extinto a finales del siglo XIX.
Este conjunto arqueológico está compuesto por más de una decena de sitios de carácter habitacional y funerario, algunos con una antigüedad de mil años. Estos se encuentran en cuevas de poca profundidad en la Barranca de la Sinforosa en el estado de Chihuahua.
El hallazgo fue descubierto inicialmente por un grupo de indígenas en el segundo semestre del año pasado. El grupo dio aviso al INAH; sin embargo éstos debieron dejar pasar algún tiempo mientras se terminaba la temporada de lluvias.
El descubrimiento consta de nueve habitaciones-residencias, dos sitios ceremoniales-rituales y otros dos funerarios. Estos se localizan en las localidades de Ohuivo, Chorogue, Zapuri y Güerachi, ubicados en el municipio de Guachochi.
De acuerdo con el arqueólogo Enrique Chacón, adscrito al INAH, la arquitectura, sistema de entierros e investigaciones de la región, estas ruinas corresponden al año mil de nuestra era y a los siglos XVI y XVII, cuando esta etnia se refugió en la sierra tarahumara para evitar la evangelización.
"En la memoria histórica colectiva del pueblo rarámuri (tarahumara) se tiene la referencia de que los sitios arqueológicos que localizamos fueron habitados por los cocoyomes, término que era utilizado para designar así a los tubares que no aceptaron la evangelización y se aislaron hacia los rincones más profundos de la Sierra Tarahumara", dijo Chacón.
Cabe mencionar que no se conocen hasta el momento las principales características de esta etnia; pero se cree que se trataba de un pueblo ribereño que se desarrolló a partir de los ríos que circulan a través de la sierra taraumara; además de que establecieron una relación con el pueblo rarámuri y otros grupos de la costa del pacífico.
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