Por: Francisco Medina
En la tercera sesión que se verificará este sábado 27 en la Plaza del Blues del Centro Cultural José Martí (Dr. Mora 1, Metro Hidalgo), actuará El Perro Andablues a las 14 horas. Previamente se presentará el grupo Yellow Dog. Más adelante tocará Charro y los Moonhowlers y finalmente, alrededor de las 17 horas, se subirá al escenario Himber Ocampo, quien apenas la semana pasada dio a conocer en ese foro el libro Aires de Blues, con poemas sobre el origen, lugares, personajes y corrientes de este género. La entrada es libre.
Noches de Blues en el Hobos
A partir de las 21 horas, el jueves 25 se presentarán Los DF’s y Stormy Monday; el viernes 26 Blues Demons y Follaje, y el sábado 27 de las 16 horas en adelante, Horacio Reni Hot Band y Sexta Avenida. No cover. (Plaza San Jacinto 23-A, San Ángel).
Los tesoros de la Fonoteca Nacional
La cantante mexicana Eugenia León dirigirá las sesiones de escucha Los Tesoros de La Fonoteca. A partir del jueves 25 de febrero y todos los últimos jueves de cada mes, la Fonoteca Nacional presentará muestras de la diversidad sonora mexicana. La cita es a las 19 horas en Francisco Sosa 383, colonia Barrio de Santa Catarina, en Coyoacán. Entrada libre. Las próximas fechas del ciclo son: 25 de marzo, 29 de abril, 27 de mayo, 24 de junio, 29 de julio, 19 de agosto, 30 de septiembre, 28 de octubre y 25 de noviembre.
En la primera sesión Eugenia León dará a conocer un panorama de este ciclo, con los sonidos más antiguos que se conservan, no sólo de México sino del mundo; grabaciones históricas, cómicas, trágicas, musicales, entrañables y significativas de la cultura popular y el imaginario sonoro del siglo XX y la primera década del XXI.
En la sesión inaugural se presentará una grabación histórica de la voz de Porfirio Díaz, así como del primer registro sonoro en el mundo, que sorprendentemente no fue escuchado sino hasta 148 años después. Se trata de Au claire de la Lune, realizado por el científico Edouard-Leon Scott de Martinville el 9 de abril de 1860, quién convirtió las ondas sonoras en marcas sobre una hoja de papel, oscurecidas por el humo de una lámpara de aceite, técnica que permitía transcribir el sonido a un medio visible, pero no reproducirlo. El inventor llamó a su máquina “fonoautógrafo” y lo patentó en 1857 para usos en “análisis sonoro”.
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